ROSQUILLAS O ROSQUITAS CASERAS
Hace tiempo que queríamos aprender a hacer rosquillas, porque a nuestros maridos les encantan mucho. En estos días de navidad donde la familia esta unida y compartiendo la alegría de la navidad, hemos ido a casa de nuestra amiga Karina, que hace unas rosquillas riquísimas que le ha enseñado su madre desde pequeña, esponjosas y blanditas. Le pedimos que nos enseñara esas fabulosas rosquillas, nos fuimos a su casa dispuesta a aprender y a comer unas estupendas rosquillas caseras.
INGREDIENTES
- 3 huevos
- 1 sobre de levadura en polvo
- 225 gr. de azúcar
- 125 ml. de anís dulce
- 125 ml.de aceite de oliva
- Ralladura de la piel de 1 limón
- 1 Kg. de harina de trigo
- 1 l. de aceite de girasol
- Azúcar
- Canela en polvo
Así lo hicimos:
Cogemos un par de bol grandes para trabajar cómodamente la masa de las rosquillas de anís caseras. En uno ponemos las yemas y en otro las claras. Montamos las claras y las reservamos.
En el bol con las yemas, ponemos el azúcar, el anís, el aceite, la ralladura del limón y la levadura. Batimos bien e incorporamos con cuidado claras montadas. Lo mezclamos bien con movimientos envolventes hasta conseguir que todo esté bien homogéneo.
Ahora, vamos incorporando la harina y mezclando con una cuchara de madera, hasta conseguir una masa consistente. La sacamos del bol y la amasamos con las manos sobre la mesada, sobre la que habremos esparcido un poco de harina para que no se pegue.
La masa de las rosquillas de anís caseras estará perfecta cuando no se te pegue en las manos o se te pegue un poco. Dejamos reposar 15 minutos, tapada con un paño de cocina húmedo y las freímos.
Para ello, cogemos porciones con la punta de los dedos y formamos una bola con las palmas de las manos. A continuación, le hacemos el agujero y con un cuchillo, las colocamos en una fuente o bandeja untada con harina y las vamos friendo poco a poco en aceite de girasol caliente (o el que quieras pero de sabor suave). Para saber si está caliente el aceite, echamos un trocito de masa y vemos como se comporta.
Una vez que las rosquillas de anís caseras estén doradas por ambos lados, las colocamos sobre papel absorbente, las pasamos luego por plato con una mezcla de azúcar y canela, y una vez frías, a comer.